Sentimos darte esa noticia en plena borrasca Filomena, pero es probable que los tremendos palos que recibes en tu factura de la luz se deban a las malas prácticas que llevas a cabo (aunque sí, lo cara que está la vida y las simpáticas subidas de impuestos de estas últimas semanas tampoco contribuyen al ahorro energético).
Para no prescindir del calorcito que tanta falta nos está haciendo estos días, en Goin queremos ayudarte a ahorrar DE VERDAD destapando 5 malas praxis que no solo no te ayudan a menguar tus facturas, sino que las encarecen todavía más. Si hasta ahora has vivido engañado/a, no pierdas tiempo en lamentarte y llevarte las manos a la cabeza; coge papel y boli y toma nota de estos 5 bulos energéticos que todavía estás a tiempo de erradicar.

“Encender y apagar la calefacción gasta más que dejarla todo el día a temperatura constante“
Es cierto que encender la calefacción supone un pico de gasto considerable, pero a menos que estemos encendiéndola y apagándola a cada momento, es mucho más costoso dejar la calefacción encendida durante todo el día, aunque esta se mantenga de forma constante o incluso a baja temperatura.
Además, hay que valorar el esfuerzo energético que se realiza para compensar las pérdidas de calor de los techos, muros, puertas y ventanas. Aunque creas que la calefacción se mantiene estable, en realidad esta no deja de hacer un ejercicio constante para equilibrar la temperatura del piso. CONCLUSIÓN: a corto, medio y largo plazo, esta práctica es una ruina; elimínala.
Consejo de ahorro
- Instala un termostato y programa las horas de calor. Si lo que quieres es llegar a casa y tener la temperatura ideal, sencillamente programa tu termostato para que se encienda únicamente en las horas que te interesan. No es necesario calentar el piso más tiempo del que realmente vas a disfrutar.
- Apaga la calefacción o disminúyela considerablemente hacia las 22h, es decir, un ratito antes de irte a dormir. Para este entonces, el ambiente del piso ya estará suficientemente caldeado. Invierte en buenas mantas y edredones y toma la costumbre de apagar siempre la calefacción antes de ir a dormir. Merece la pena.
- Regula las válvulas de los radiadores. Afloja o directamente apaga el flujo de los radiadores que estén en habitaciones que no vayas a utilizar. No es necesario tener una temperatura igual en todas las estancias, así que concentra el esfuerzo energético solo en aquellas que vayas a utilizar. No olvides cerrar la puerta de las habitaciones que no uses para aislar del frío aquellas que sí te interesan. ¿Sabías que con este ejercicio puedes lograr un ahorro energético de entre un 5 y un 10%? Nada mal, amigo/a.

“La pérdida de calor por las puertas y las ventanas es residual“
¡Falso! Un mal aislamiento será tu peor enemigo tanto en los meses de frío como en los de calor. El esfuerzo energético para compensar las pérdidas puede suponer un gasto de entre el 25 y el 30% del consumo de la calefacción. Por norma general, los hogares con ventanas y puertas de maderas aíslan peor, así como la mayoría de viviendas construidas antes de los años 80, época en la que no se prestaba tanta atención al aislamiento. Si quieres poner remedio a esta situación, te aconsejamos las siguientes medidas:
Consejo de ahorro
- Invierte en un buen aislamiento. Aunque cambiar las puertas y/o las ventanas de tu hogar pueda suponer un gasto económico importante, a largo plazo representará un ahorro para tu bolsillo. Recuerda que un buen aislamiento puede ayudarte a ahorrar unos 100€ al cabo del año. Visto así, no es tan mala idea, ¿verdad? Además, piensa que una vez lo tengas, podrás disfrutar de él toda la vida. Invertir en ahorro energético es buena idea tanto a corto como a largo plazo.
- Si en estos momentos no puedes permitirte una reforma, la solución más fácil y económica es comprar un burlete. Puedes instalarlo tanto en puertas como en ventanas y su precio es apto para todos los bolsillos. Los burletes no suelen superar los 15€ y sus resultados son más que destacables.

“Cuanto más alta esté la calefacción, más rápido se calienta el piso“
En absoluto. El piso se calentará exactamente a la misma velocidad, sin embargo, gastaremos mucha más energía para intentar llegar a esa temperatura tan elevada. No te engañes y fija el termostato a una temperatura razonable dentro de los parámetros habituales de tu hogar.
Consejo de ahorro
- Según IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), la temperatura ideal en la mayoría de hogares españoles suele oscilar entre los 19 y los 21 grados. A partir de los 23ºC, se calcula que el ambiente empieza a resecarse, resultando incómodo para muchas personas. Especialmente por las noches se recomienda bajar la calefacción algunos grados más (entre 15 y 17º), o incluso eliminarla y sustituirla por buenas mantas y un pijama grueso. Cada vez que sientas la tentación de subir tu calefacción por encima de la temperatura recomendada, recuerda que por cada grado extra, tu recibo de la luz se encarece en un 7%.
- Limpia cada año los filtros del aire acondicionado, pasa un trapo por tus radiadores y revisa los circuitos de la calefacción. Un mal mantenimiento de los sistemas afecta en su rendimiento.

“El ciclo corto de la lavadora consume menos“
No solo de frío y calefacción va este post. Las malas prácticas que te alejan del ahorro energético también se producen en el lavado de tu ropa.
A menudo confundimos ahorro de tiempo con ahorro de energía; un despiste tonto que nos acaba saliendo muy caro. Los programas cortos de la lavadora, tal y como indica su nombre, son más rápidos, pero no más económicos. De hecho, si te fijas, los programas de lavado en frío suelen durar mucho más tiempo (unas 2 horas y media), pero sin embargo consumen muchísima menos energía. ¿Por qué? Se debe a que el calentamiento del agua se lleva el mayor esfuerzo energético, por lo que si el lavado corto se hace igualmente a elevada temperatura, no estaremos ahorrando todo lo que creemos. Ahora que sabes esto, seguro que no vuelves a confundir términos.
Consejo de ahorro
- Siempre y cuando la ropa no esté muy sucia, procura lavar con programas de agua fría o a muy baja temperatura.
- Si tienes función de secadora, evita usarla y sustitúyela por el centrifugado bajo, sobre todo en las horas más cálidas del día, y especialmente en verano.
- Valora contratar una tarifa de discriminación horaria en la que durante unas horas del día el consumo de energía te salga más barato o incluso gratis.
- Si tu lavadora tiene función ECO, no dudes en usarla. Aunque la duración sea muy elevada, recuerda que esta función se encarga de gestionar el consumo de calentamiento del agua en largos periodos, por lo que se evitan los picos energéticos.

“Las vitrocerámicas gastan menos que las cocinas de gas“
En realidad, la vitrocerámica puede llegar a gastar hasta cuatro veces más que las cocinas de gas. Y no solo eso, sino que también genera un gasto fantasma cuando no la utilizas. Simplemente por estar conectada a la luz, la vitrocerámica produce un gasto constante.
Consejo de ahorro
- Si quieres sí o sí una vitrocerámica, opta siempre por las de inducción. Aunque su coste es mayor, también son mucho más eficientes, por lo que a la larga se trata de una inversión rentable.
- Al igual que con la lavadora, procura contratar una tarifa de discriminación horaria en la que puedas hacer uso de tu vitrocerámica a un menor coste o incluso de forma gratuita durante horas determinadas.


¿Sorprendido/a por alguno de estos falsos mitos? Este invierno, sí que sí, ahorra de verdad eliminando las malas prácticas y adopta un hábito de consumo eficiente y responsable. Tu bolsillo lo notará en la próxima factura.
Coméntanos qué bulo te ha llamado más la atención y no tengas vergüenza de reconocer si cometías alguno de ellos. A ahorrar también se aprende y Goin está aquí para ayudarte a hacerlo.
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